Este vestido largo, de silueta suelta y tirantes delgados, captura la esencia de una cocina colombiana y el ritual diario del café. Su estampado gráfico une ilustraciones de granos, siluetas femeninas y patrones orgánicos en una paleta de tonos tierra, negro y crema, creando un homenaje visual al universo cafetero desde una perspectiva contemporánea.
El corte recto y relajado evoca comodidad sin perder sofisticación, ideal para usarse tanto en espacios íntimos como en escenarios urbanos. Cada panel del vestido cuenta una historia distinta, como si se tejiera una narrativa visual entre taza y taza.
Una prenda para habitar el presente con memoria, calor de hogar y fuerza gráfica.